En el centro de Luang Prabang, hay un mercado de alimentos diario que no tiene desperdicio. Se trata de un mercado lleno de puestos de comida que empieza a primera hora de la mañana, alrededor de las siete y cierra cuando llega el ocaso.
Todo el mundo vende lo que tiene, da igual la cantidad que posea o si es llamativo, lo que más abunda es el arroz, que hay de mil tipos diferentes, y la fruta, que hace que el mercado adquiera un colorido único y precioso.
Este mercado es muy frecuentado por los laosianos y por los turistas que suelen ir a disfrutar del espectáculo.
Otra cosa muy particular de este mercado son los olores. Hay mil olores mezclados que te producen todo tipo de reacciones, de repente puedes estar oliendo carne asada y en un segundo el olor cambia radicalmente y te entrar náuseas o ganas de salir corriendo.
Es una experiencia única y maravillosa que te permite conocer mucho mejor la cultura de este país.