Las cáscaras de huevo contienen 93% de carbonato de calcio y 1% de nitrógeno, junto con otros nutrientes necesarios para la tierra. Muchas plantas toman el calcio de la tierra durante su proceso de crecimiento.
Guarda tus cáscaras de huevo y secalas con la luz del horno o los rayos solares naturales. Luego trituralas hasta que se hagan un polvo fino y esparcilas alrededor de la tierra bajo los vegetales, árboles frutales y rosas para crear un abono rico en nutrientes y natural.
Las cáscaras de huevo son un repelente natural contra plagas. En lugar de triturarlas podes partilas con la mano y deja las orillas filosas intactas.
Esparcilas alrededor de las plantas que han sido invadidas por caracoles y gusanos cortadores para detener estas plagas. Las cáscaras filosas protegen al brócoli, a los tomates, pimientos, calabazas y otras plantas que son atractivas a los caracoles y gusanos.
Las berenjenas, pimientos, tomates y otras plantas son susceptibles a la podredumbre apical que puede ser provocada por deficiencia de calcio. Estos vegetales se benefician de las cáscaras de huevo colocadas directamente en la tierra de alrededor.
Las cáscaras reemplazan el calcio agotado en la tierra para protegerla contra enfermedades mortales potenciales.
¿Usas las cáscaras de huevos para tu jardín?
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